11 razones por las que tu loca obsesión con los gatos te hace ser más feliz y saludable.

UPSOCL • Junio 22, 2015

photo credit: Heat wave via photopin (license)

Fanáticos de los felinos, ¡regocíjense! Tu gato no es sólo una adorable y peluda bolita, también es algo increíblemente bueno para tu salud.

La ciencia ha revelado que las mascotas pueden ayudar a prevenir alergias en los niños, infecciones respiratorias, mejorar tu estado de ánimo e incluso darle un impulso a tu autoestima. 

Ya sea que tengas pijamas con el dibujo de tu gato estampado, un reloj o una foto de él en tu velador, prepárate para poder celebrar los muchos aspectos positivos de ser el orgulloso dueño de un gato, dejando todos los estereotipos negativos de lado.

Aquí hay 11 razones por las que todos deberíamos valorar a los adorables gatitos que hay en nuestras vidas: 

1. Mantienen a tu corazón saludable.

De acuerdo a un estudio del 2008 llevado a cabo por investigadores del Instituto de Accidentes Cardiovasculares de la Universidad de Minnesota, es menos probable que dueños de gatos mueran de infartos.

Al monitorear a casi 4,500 personas (tres de cada cinco participantes tenía un gato) durante un periodo de 10 años, los investigadores pudieron determinar que los dueños de gatos experimentaron un riesgo de muerte por ataque cardiaco reducido en un 30% en comparación a los participantes que no tenían gatos.

Un estudio de seguimiento del 2009 fue más allá y estableció que el ser dueño de un gato está vinculado a un riesgo de muerte disminuido de todo tipo de enfermedades cardiovasculares, incluyendo los infartos.

2. Ellos prácticamente inventaron las siestas.

Estos dormilones no sólo valoran la importancia del dormir sino que además ¡se ven adorables durmiendo! Estudios han revelado que el consentirse con una siesta a medio día puede hacer maravillas para tu nivel de alerta, memoria, creatividad, productividad y estado de ánimo en general. Así es que si tienes tiempo libre, quizás la oportunidad de acurrucarte junto a tu peludo amiguito te convencerá para tomar un descanso de 20 minutos hoy.

3. No permiten que el fracaso se interponga en su camino.

Sin importar cuantas veces se caigan, los gatos siempre encuentran la forma de levantarse y volver a intentarlo. Tienen un espíritu incansable y probablemente saben mucho mejor que tú que sólo porque te hayas equivocado un par de veces eso no significa que eres incapaz de alcanzar el éxito que ves para ti mismo a largo plazo. Por algo se dice que tienen 9 vidas.

4. Su ronroneo calma tus nervios de forma natural.

Estudios demuestran que el ronroneo de los gatos puede ayudar a disminuir el nivel de estrés de sus dueños y reducir también su presión sanguínea. Además, los gatos pueden crear vibraciones de ronroneo que van desde los 20 a los 140 Hertz, una frecuencia que se dice ayuda médicamente a una variedad de enfermedades, como lo reportó Scientific American.

5. Viven el presente.

“He vivido con varios maestros Zen, todos ellos han sido gatos”. Eckhart Tolle, escritor contemporáneo alemán de libros sobre la espiritualidad.

Claro, sus vidas son mucho menos estresantes que la de sus pares humanos la mayoría de los días, pero eso no desacredita su capacidad innata de permanecer completamente quietos, a veces por horas, simplemente apreciando el momento. Desde su lugar favorito al lado de la ventana, a su espacio reservado sobre el estante de libros, ellos miran como el mundo viene y va con facilidad. Nosotros también podemos beneficiarnos de la práctica de la meditación si decidiéramos seguir su ejemplo.

6. Te hacen reír más fuerte de lo que alguna vez creíste posible.

Cualquier dueño de un gato te dirá que estas criaturas son tan graciosas como lindas. Desde accidentes jugando a fracasos rotundos, es imposible no reírse (a su expensa) y subsecuentemente disfrutar de los beneficios de tal risotada.

Investigadores de la Universidad de Loma Linda en California revelaron que el sólo ver 20 minutos de videos graciosos redujeron los niveles de cortisol de los sujetos de forma notoria y ayudaron a la memoria de corto plazo de los participantes más mayores. Otra investigación vinculó la risa con un corazón y sistema inmune más fuerte.

7. Nos enseñan la importancia de tomar decisiones estratégicas.

“Si los animales pudieran hablar, el perro sería un amigo extrovertido hablando barbaridades; pero el gato tendría la peculiar característica de nunca hablar demasiado”. Mark Twain, escritor estadounidense. 

A diferencia de sus amigos/enemigos que saltan a la primera oportunidad de atravesar la puerta, perseguir la pelota de tenis por el pasillo o comer de la bolsa de basura que se ha dado vuelta sobre el suelo de la cocina, los gatos tienden a elegir sus batallas con más cuidado.

Se toman un momento adicional para mirar, pensar y sopesar desde lejos antes de decidir si la atracción actual vale realmente su atención. Se mueven incluso con más intención al intentar escalar alturas aparentemente imposibles y luego encuentran formas seguras de bajar. Son pensativos, estratégicos y deliberados. Todas características valoradas por sus dueños y que esperan personificar ellos mismos.

8. Pueden ayudar a las personas con autismo a comunicarse.

Los niños y adultos que tienen autismo a veces luchan por comunicarse con el mundo que los rodea. Sin embargo, la terapia con mascotas ha demostrado ser una herramienta útil, ya que muchas personas con autismo sienten una conexión más fuerte con los animales que con las personas.

Un estudió francés del 2012 observó a 40 niños autistas y a sus mascotas, y descubrieron que estos niños se sienten más calmados y que pueden socializar con más facilidad que los niños que no tenían mascotas. Asociaron este cambio con el aumento de producción de la hormona oxitocina, la cual puede ser gatillada al acariciar un gato y que aumenta los sentimientos de confianza y amor.

9. Te apoyan en tu batalla con la depresión.

La compañía tranquilizadora de acariciar a un gato sobre tu regazo no se limita a liberar estrés. Esa compañía tangible es conocida por ser un estimulante anímico, y una distracción positiva para aquellos que luchan contra desórdenes de depresión.

Más allá de su compañía, las mascotas entregan una forma de añadir una rutina, responsabilidad y actividad social a días que, de otra forma, no tendrían tales componentes. Y si bien todas las mascotas juegan un rol en mejorar los síntomas de la depresión, los gatos son particularmente calmados y pacíficos, y esas características pueden ser contagiosas para sus dueños de una forma muy útil.

10. Saben que está bien el volverse completamente locos cada cierto tiempo.

“Un gato tiene una honestidad emocional absoluta: los seres humanos, por un motivo u otro, pueden ocultar sus sentimientos, pero un gato no lo hace”. Ernest Hemingway, escritor y periodista estadounidense. 

Si bien los gatos son conocidos por su comportamiento calmado y tranquilo, no tienen miedo a perder el control por completo, física y emocionalmente, cuando se les da la gana. Resulta que ese tipo de expresión también puede ayudar a sus dueños.

Un estudio del 2012 de la Escuela de Salud Pública de Harvard reveló que el acumular emociones negativas puede ser tóxico para el cuerpo, aumentando el riesgo de muerte por infartos y algunos cánceres. De forma alternativa, los sicólogos han descubierto que las emociones negativas como la tristeza, ansiedad, ira y culpa pueden ser poderosamente positivas cuando una persona se permite a sí misma el experimentar por completo lo que esté sintiendo.

11. Aplastan el sentimiento de soledad con su amor incondicional.

“Qué regalo más grande es el amor de un gato” . Charles Dickens, escritor y novelista inglés. 

Incluso los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades reconocen que uno de los beneficios más grandes de tener una mascota es su capacidad de borrar nuestro sentimiento de soledad.

A menudo son los mejores oídos que podemos recibir luego de un día agotador, y la mirada en sus rostros cuando cruzamos el marco de la puerta nos recuerda que siempre hay alguien emocionado de vernos. Según investigadores de las universidades de Miami y Saint Louis, las mascotas pueden suplir las necesidades sociales de sus dueños de la misma forma que podrían hacerlo otros humanos.

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