¿Cómo sabes si tu perro te quiere?

INSTITUTO PERRO • Octubre 15, 2014

photo credit: WilliamMarlow via photopin cc

Por lo general, todos los que tenemos un perro asumimos que nos quiere. Aunque nunca podremos tener la certeza de lo que pasa en la cabeza de otro, ya sea nuestro perro u otra persona, sí que hay algunas cosas que tu perro hace cotidianamente que te demuestran que te quiere sobre todas las cosas del universo.

Buscando tu compañía todo el tiempo.
No hay cosa que le guste más a tu perro que estar junto a ti, por lo que buscará recargar su cara en tu pierna, sentarse en tu regazo o tratar de entrar en ese hueco pequeñito del sillón en el que está seguro de que sí cabe. A veces puede ser un poco agobiante que todo el tiempo quiera estar pegado a ti pero debes entender que así te demuestra su cariño.

Lamiendo tu cara, manos, piernas y hasta tus pies apestosos.
Al lamerte tu perro te dice que eres parte de su familia, que te quiere y respeta. Además, entre más concentrado esté tu olor (como en tus pies apestosos), mucho mejor será para él, porque eso significa que puede disfrutar más de tu delicioso olor.

Acurrucándose junto a ti.
Pocas cosas les gustan tanto a los perros como acostarse junto a nosotros. Se sienten acompañados, relajados, seguros, queridos y calientitos. Así que tu perro buscará cualquier oportunidad para echarse junto a ti –o encima de ti– para sentirse más feliz.

Robando tus calcetines –y hasta tu ropa interior–.
Cuando se roba tus calcetines y tu ropa interior –y hasta se los come–, no te enojes tanto con él, pues para tu perro es como si tuviera entre sus patas a una absoluta joya. Es un tesoro preciado porque huele a ti y, para él, ése es uno de los mejores olores del mundo.

Cuidando tu casa.
Sabemos que escuchar los ladridos de tu perro cada vez que alguien toca el timbre o pasa cerca de la puerta de tu casa puede ser muy molesto y, aunque es una conducta que puede corregirse para tu comodidad –y la de tus vecinos–, toma en cuenta que lo hace porque está protegiendo tu casa y a quienes considera su familia.

Siguiéndote por toda la casa.
Si nada más te levantas del sillón y tu perro también lo hace para ir detrás de ti a todos lados, sin importar si vas al otro cuarto por un segundo y vuelves, si sólo vas a ir por un vaso de agua o harás una escala rápida en el baño (seguramente tu perro hará guardia junto a la puerta mientras estás dentro), sabrás que te quiere tanto que no puede estar ni un momento sin ti.

Estando al pendiente de cada movimiento que haces.
Si tu perro parece estar viéndote a cada segundo, casi como si fuera tu acosador, tranquilízate, lo único que te está diciendo es que no quiere perderte de vista porque adora estar contigo. Además, lo más probable es que te mire con los ojos más enamorados que hayas visto.

Moviendo la cola cada vez que te ve.
Si no importa si te fuiste a trabajar ocho horas o si sólo fuiste por algo que se te olvidó en otro cuarto, tu perro mueve la cola cuando vuelves. Sabrás que se muere de la emoción por todas las sustancias que segrega cuando te ve y que lo hacen sentir “enamorado” de ti.

Dejándote acariciarle la panza.
Cuando tu perro te deja acariciarle la panza se pone en una posición física que, en el lenguaje canino, demuestra vulnerabilidad y sumisión. Es una acto de entrega y confianza absoluta hacia ti.

Cuando te permite abrazarlo.
Aunque a ti te encante abrazar a tu perro, debes saber que a él no le gusta ni tantito. Para los perros, el ser abrazados se traduce como una muestra de dominio, por lo que se sienten un tanto amenazados. Por supuesto, ellos perciben lo feliz que nos hace a nosotros darles un buen abrazo, así que aprenden a tolerarlo, aunque a ellos no les haga sentir cómodos.

Volviéndose loco de emoción cada que vuelves a casa.
Es un hecho, nadie te va a recibir con tanta emoción cuando llegas a tu casa como lo hace tu perro. Para él, verte y saber que otra vez puede estar contigo es lo mejor que le va a pasar en el día. Ternura absoluta.

Cuando te sonríe.
Los perros sonríen porque lo aprenden de nosotros. Esta es una conducta que sólo realizan los que conviven con humanos; es decir, los perros salvajes no lo hacen. Esto sucede porque se dan cuenta de que, cuando sonreímos, nuestra energía es positiva, alegre y feliz, por lo que si tu perro te sonríe es porque ha aprendido a imitarte para lograr comunicarte esa misma energía.

Cuidándote cuando estás embarazada y a tu bebé cuando nace.
Los perros pueden saber cuando una mujer está embarazada y, en la mayoría de los casos, se mostrarán muy protectores y cuidadosos si su dueña está esperando un bebé. Cuando ya ha nacido, es impresionante ver cómo casi todos los perros se pondrán felices por la llegada del bebé, serán muy delicados con él y no querrán despegarse ni un segundo de su lado.

Entendiendo cómo te sientes.
Si estás triste, enojado, feliz, relajado, con miedo, enfermo o totalmente deprimido, tu perro lo sabe. Los perros son seres sumamente sensibles y, como están pendientes de todos nuestros movimientos y gestos, perciben los cambios de ánimo inmediatamente. Así que si estás pasando por un momento duro en tu vida, tu perro lo sabrá y se mostrará empático contigo.

Así que, si siempre has pensado que tu perro te entiende y te quiere más que nadie, probablemente estás en lo correcto.

 

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